La Royal Mile es una joya histórica que atraviesa el corazón de Edimburgo, ofreciendo un viaje fascinante a lo largo de los siglos.
A medida que recorres sus empedradas calles, te encuentras rodeado de arquitectura medieval, tiendas pintorescas y una atmósfera única que captura la esencia de la capital escocesa..
Empezamos a caminar por la Royal Mile, el problema fue que desde el lado que la comenzamos a hacer nosotros es cuesta arriba, pero es donde estaba el estacionamiento que encontramos.
Royal Mile
La avenida de la Royal Mile en Edimburgo une el palacio de Holyroodhouse, que ha sido la residencia de los reyes escoceses desde el siglo XVI y actualmente de los monarcas de Gran Bretaña, y el castillo de Edimburgo, situado en lo alto de Castle Rock, domina toda la ciudad.
Desde el siglo XII se tiene constancia de que hubo un castillo en Castle Rock y fue residencia real hasta el siglo XVI.
El nombre de «milla», aunque no tiene los 1609 metros de una milla, se debe a otra milla menos conocida, la milla escocesa que tiene 1814 metros.
Comenzamos a subir la Royal Mile desde Holyrood y pronto encontramos tiendas de recuerdos y el primer pub. Me encantan esos letreros de los pubs.
Realmente, la milla real actualmente está dedicada únicamente al consumo turístico. En fin, por eso estamos aquí.
Se nos acaba la parte llana y empezamos la subida que no nos dejará hasta llegar al castillo.
Es la ciudad que más nos ha gustado del viaje, evidentemente, pero era la última del recorrido y ya se nos notaba el cansancio y el ritmo ya no era el mismo.
Pero las ganas de conocer nos ayudaron a no detenernos.
Foto típica para los turistas, gran excusa para detenernos un minuto, cabinas sin teléfono.
Luego encontramos la primera iglesia, Canongate Kirk, esta iglesia histórica, con su distintiva fachada holandesa, ha sido un lugar de culto desde 1688
También nos cruzamos con la John Knox House. La John Knox House, un lugar que conecta con la Reforma Protestante en Escocia. Sus muros parecen susurrar historias de un pasado tumultuoso.
Considerada una de las casas medievales mejor conservadas de Escocia, se remonta al siglo XV.
Royal Mile, High Street
Aquí cambiaba de nombre la Royal Mile, a la altura de Croos Market. Hasta ahora era Canongate y aquí ya era High Street.
A la altura del mercado, al lado de Saint Giles nos encontramos esta fuente para gigantes.
Aunque un poco inútil, era bonita,ste emonumento marca el lugar donde históricamente se hacían los anuncios reales y se llevaban a cabo ejecuciones públicas
y frente a nosotros teníamos esto, Mary King Close, una serie de calles subterráneas de la antigua ciudad.
También tienen una especie de monumento a los caídos, la inscripción dice «sus nombres viven por siempre jamás».
Enfrente teníamos una pequeña llanura ideal para descansar antes de volver a la subida. Aquí tenemos una plaza y la catedral de Saint Giles.
Punto intermedio del recorrido y bien merece una visita.
También conocida como la High Kirk of Edinburgh.
Es la gran iglesia de Edimburgo, su rasgo más característico es su cúpula en forma de corona.
La iglesia actual data del siglo XIV, pero hay indicios de pilares del siglo XII. Por dentro es realmente bonita.
Una vez visitada, solo nos queda el último tramo de la Royal Mile.
Vamos hacia el Castillo
Lo primero que encontramos en tierra es un mosaico, «The Heart of Midlothian». Mosaico que da nombre al equipo de fútbol de la ciudad, el Hearts.
Este mosaico en forma de corazón en el suelo marca la ubicación de la antigua prisión de Tolbooth.
Después de la catedral, vuelve a cambiar de nombre la calle, ahora es Lawnmarket y pocos metros más allá se llama Castlehill, comienza donde precisamente está esta otra iglesia, Tolbooth Kirk.
Un poco más arriba hay un lugar que la oficina de turismo nos recomendó mucho, llamado The Scottish Whisky Experience.
Y ya a primera hora de la tarde, subimos el último tramo de la Royal Mile, aunque para ellos es última hora porque oscurece pronto.
Al fondo ya adivinamos el Castillo de Edimburgo.
Y por fin, ¡el castillo! Hemos terminado la milla real.
Domina el horizonte de la ciudad desde lo alto de Castle Rock. Esta fortaleza, con más de 1000 años de historia, ha sido testigo de algunos de los eventos más importantes de la historia escocesa. Puntos destacados del castillo:
- Las Joyas de la Corona Escocesa
- La Piedra del Destino
- El Cañón de la Una
- Capilla de Santa Margarita
Después del castillo retrocedimos un poco para comprar recuerdos y nos encontramos con el bús turístico.
Tiendas de recuerdos sin flamencas, toros ni plata de Toledo y como no hace muchos días de sol al año, tampoco tienen sombreros de mexicanos.
Ahora, CD de «Pipes and Drums», cuadros por todas partes y escudos y más a montones.
Y con estas vistas de la Royal Mile, nos vamos que aún nos queda mucho por ver.
