Descubriendo Glasgow bajo el hielo
Después de una larga noche de descanso, nos dirigimos hacia Glasgow. Normalmente, hubiéramos elegido Edimburgo para explorar en este día, pero las carreteras están impracticables debido a la intensa helada que ha afectado a Inglaterra, cerrando aeropuertos y bloqueando carreteras.
No me preocupa demasiado, ya que me siento cómodo con cualquier plan que tengan en mente.
Glasgow bajo el hielo
Partimos hacia Glasgow en autobús, y durante el fascinante viaje, mi compañero de viaje me relata historias de diversos barrios: católicos, protestantes, de inmigrantes… cada uno con su propia historia única.
En el trayecto, pasamos por un bullicioso callejón lleno de pubs, algunos de ellos asociados con los Rangers y otros con los Celtics. La rivalidad entre estos dos equipos es palpable, comparable incluso al clásico Barça-Madrid, la diferencia es que comparten la misma ciudad, generando conflictos constantes y acentuando la pasión.
Al llegar al centro, exploramos una animada calle comercial, llena de entusiasmo por las rebajas, incluida la tienda del Celtic.
Encuentro Casual en Glasgow bajo el hielo
Después de pasear por la zona peatonal, conocida como la «zona de pederastia» (aunque no estoy seguro si debería entrar), escucho mi nombre, ¡Xaviiii! Era el amigo de Stephen, James, tomando café con su novia, Fiona. Nos unimos a ellos y, una vez más, experimento su hospitalidad excepcional.
Continuamos hacia la ópera y luego admiramos la estatua del que fue primer ministro escocés hasta el año 2000. Resulta que era un conocido de la esposa de nuestro guía, lo que añade un toque personal a la experiencia.
Desde allí, comenzamos a ascender hacia la catedral, enfrentándonos a una auténtica pista de hielo frente a ella.
Explorando la Necrópolis en Glasgow
Después de aprender sobre la catedral, nos dirigimos al Paseo de los Suspiros, el último camino de los difuntos entre la catedral y el cementerio, otra pista de hielo.
Nos aventuramos a subir a la necrópolis, con la promesa de ver el «paraíso» desde lo alto.
Aunque la subida fue desafiante, la vista desde la cima, según nos cuentan, es el estadio del Celtic. Para ellos, incluso los difuntos pueden disfrutar del paraíso y de la fábrica de Tennent’s desde sus tumbas.
Descendemos entre risas, con algunos resbalones pero sin incidentes graves. Recorremos más de Glasgow y regresamos en tren a Clydebank, donde disfrutamos de una comida en McDonald’s, más económica que en nuestro lugar de origen.
A pesar del clima y el hielo, la jornada fue inolvidable, concluyendo con una agradable y divertida velada en casa.
¡Una Aventura Escocesa bajo la hielo que nunca olvidaré!