Hoy me toca ver lo que me faltaba de Nápoles, los miradores de la ciudad.
Por la mañana cojo el metro hasta Margelina en la línea 1, después de comprar un billete Giornalero.
La estación, como muchas de la línea 1 espectacular, no son estaciones de metro, son estaciones de tren.
Al salir, tiras a la derecha y debes andar unos 600mts hasta llegar al funiculare Margelina.
A mí me han despistado las vistas que me ofrecían el camino de la bahía de Nápoles.
Funiculare Margelina
Una vez hechas algunas fotos. He preguntado a un Italiano dónde estaba el funiculare, y me ha indicado, aquí delante de ti, el pallazo bianco.
Pero también me ha avisado que no funciona, yo había leído que estaba cerrado pero era una noticia de 2018 y pensaba que ya estaría arreglado, pues no, se ve que no hay nadie que trabaje y sigue cerrado.
Este buen hombre, me ha explicado que existe un autobús que hace el recorrido del funicular, el 621.
Enseguida llega el bus y el chófer me dice que no, que debo cogerlo en la acera de enfrente para ir arriba, muy amable el hombre, no lo aceptarían en la AMBarcelona con tan buen carácter.
El funicular hacía el recorrido Margelina av Manzoni, pues claro, yo pensaba que el bus hacía Margelina via Manzoni y sí pero la vía Manzoni tiene algunos kms de largo por la montaña.
Los funiculares no son una atracción turística, que también, pero se crearon en 1800 y pico para que la gente que vive en lo alto de la ciudad tenga un acceso cómodo a su casa y hoy en día se siguen utilizando para ello.
El bus
En el bus, solo iba yo y otro con cara de guiri. Pues muy fácil, donde baje el guiri, me bajo yo.
Por el camino vas teniendo unas vistas espectaculares de la bahía de Nápoles, pero como cuando miras arriba siguen habiendo casas no bajas del bus.
A medio camino de bus hay como una plaza, donde hay varios restaurantes con vistas a la bahía, muchos taxis esperando pasaje y allí será el punto donde bajar pero el guiri que seguía, sigue en el bus. Y las placas de la calle pone Via Manzoni todavía, pues aguanto un poco más.
Después de un buen trecho, se deja de ver el mar y comienza una leve bajada, el tema ya no me gusta, bajaré en la próxima, me digo y resulta que el guiri también bajo allá.
Nos toca superar una subida para recuperar altura y volver a ver el mar y el guiri se mete en una casa.
Me ha jodido bien.
Las vistas
Comienzo a ver el mar y la isla Porcida e Ischia, ya es un paso.
De hecho conseguir buenas vistas es complicado, en primera línea hay casas muy espectaculares con seguridad propia, y dueños de las mejores vistas, nada que hacer, siempre hay un árbol o una garita de seguridad que te priva de las vistas.
Sigo andando, suerte que es bajada y las vistas no acaban de mejorar.
Cuando ya llevo 3 o 4 kms andados es cuando empiezo a tener buenas vistas de Nápoles, qué caminata más tonta, pero ha merecido la pena, desde aquí hasta abajo el camino te regala unas vistas espectaculares de la bahía y el Vesubio.
Y nada, con 7 kms encima, me planto en el metro Margelina otra vez. Alla cojo el metro hasta piazza Amedo.
Funiculare de Chiaia
Al salir del metro, unos 25mts a la izquierda, hay el funiculare de Chiaia. También entras con el billete Giornalero.
Al llegar arriba tienes el Funiculare centrale que te desciende a vía Toledo, en Augusteo.
Pero los carteles de castillo de St Elmo indican hacia arriba y aquí si suben las calles, por suerte algunas tienen escaleras mecánicas pero el tema es que tienen la manía de poner los carteles en alto.
Y cada calle que llegas dices aquí y no. Aquí más arriba, por el camino, te encuentras también con el funicular de Montesanto pero este también va hacia abajo.
Por fin te encuentras los muros del castillo, enormes, y debes rodearlo, cuando lo rodeas tienes una bajada y lo primero que piensas es que después tendrás que subirlo pero no, a media bajada está la entrada al castillo, que promete las mejores vistas de la ciudad.
Castillo de San Elmo
Al llegar al castillo de San Elmo, como en todas partes antes de pagar, debes enseñar el green pass (pasaporte cóvid) y después te cobran, sólo 2.5€.
Solo te cobran las vistas, porque el castillo, a pesar de subir a lo más alto del castillo, no ves nada de su interior.
Importante el green pass, tenían un follón montado allí con una chica de Suiza que no lo tenía al no ser de la comunidad europea y se ve que llevaba otro formato que no entendían y no querían dejarla entrar.
Al entrar tienes una super bajada que después tendrás que subir al marcharte y desde la parte más baja empiezas el ascenso a lo alto del castillo, mientras vas subiendo vas teniendo vistas de Nápoles cada vez mejores.
Al llegar arriba, es un patio inmenso que puedes subir a la muralla y tomar las mejores fotos de vistas a Nápoles, e intentar coger uno de los pocos bancos para sentarte y descansar.
Mi enfermedad pulmonar se hace notar mucho en las subidas.
Funiculare Centrale
Al salir hacia el funiculare centrale y hacia Agusteo, el quartiere spagnolo.
Al caminar por Via Toledo, enseguida te encuentras con un sitio de camisetas de Maradona, de quien sí no en esta ciudad y ya no resistí más y una por mí y otro por un amigo que me la ha pedido.
Satisfecho con la compra, toca cervecita en una terraza y descansar.
Luego caminar por vía Toledo buscando un lugar donde comer pero los lugares que me llamaban la atención tenían unas colas enormes y yo estaba con muchas ganas de sentarme, allí mismo había un burguer king, pues vamos.
Luego caminar hasta la pl. Dante y allá metro hacia el hotel, los planes de la noche no sé si saldrán porque los pies no son míos ya.
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